martes, 7 de diciembre de 2010

La carta arqueológica subacuática más vanguardista de España.

Los fondos marinos de Ceuta pueden respirar tranquilos. Los tesoros que descansan bajo sus aguas tienen desde hace unos meses el seguro de vida con el que no contaban zonas como las que rastreó el Odyssey en aguas del Estrecho de Gibraltar, quien extrajo el botín de un barco español hundido a principios del siglo XIX. Se trata de el único documento científico que puede certificar y catalogar la existencia de restos históricos en el fondo del mar: su propia carta arqueológica subacuática.

El director del proyecto de investigación realizado por la empresa malagueña Nerea, Javier Noriega, explica que el objetivo primordial de las cartas arqueológicas subacuáticas es la protección del patrimonio sumergido, una herencia amenazada por los cazatesoros de todo el mundo que encuentra en España uno de los países con mayor cantidad de buques hundidos (según la UNESCO más de tres millones de barcos dormitan en el fondo de los océanos mundiales). Así, hace un año y, como consecuencia de la polémica entre el Gobierno español y norteamericano por el descubrimiento del buque La Mercedes por parte de la compañía Odyssey Marine Exploration, el ejecutivo nacional aprobó el Plan Nacional de Protección del Patrimonio subacuático, cuya principal herramienta de trabajo es una carta arqueológica subacuática. En los últimos meses España se ha adherido también a la Convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático que entró en vigor el pasado 2 de enero. Aunque está ratificada por 20 países, España es la única potencia naval histórica firmante ya que países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia o Japón han preferido no suscribirlo.
Según han confirmado los expertos del grupo Nerea, Ceuta se sitúa ahora a la cabeza de la arqueología subacuática española ya que su carta arqueológica, una de las pocas que existen en todo el territorio nacional, utiliza los últimos adelantos tecnológicos disponibles. “Ha sido un reto innovador para la consejería de Cultura y su resultado pone a Ceuta en la vanguardia de los estudios de este tipo con una de las cartas más completas y modernas de todo el litoral español”, afirma Daniel D. Florido, técnico de arqueología subacuática de la empresa que explica que a día de hoy “sólo Cataluña posee una carta arqueológica completa, aunque no es tan exhaustiva como la de Ceuta”, mientras que Andalucía y Valencia tienen la suya en desarrollo.
Lo que hace a la carta ceutí sobresalir entre las otras es la geofísica submarina, una herramienta que tiene su origen en la geología, pero que se aplica también al servicio de la arqueología.  “En esta carta subacuática hemos utilizado tres aparatos complementarios: el sónar de barrido lateral, un magnetómetro de protones (una especie de detector de metales que se remolca desde el barco) y un perfilador de lodo”, explica Florido. “No todos los investigadores están de acuerdo con éste método, hay quien prefiere basarse en el estudio de documentos, pero nosotros somos partidarios de usar todas las herramientas disponibles a nuestro alcance y analizar los datos cotejándolos con la documentación. En el caso de Ceuta ha dado resultado y gracias a ello hemos descubierto algunos de los yacimientos que de otra forma podían haber pasado desapercibidos”. 
La fase documental del proyecto ha sido la que ha ocupado prácticamente la totalidad del tiempo, mientras que el trabajo de campo duró unos seis meses. La investigación previa, que empezó en otoño de 2007, se había prolongado durante otros siete, tomando como punto de partida la Carta de Riesgo (un estudio previo de la Consejería de Cultura de Ceuta que analizaba el fondo del mar, principalmente su flora y la fauna), que identificaba 24 puntos o anomalías en el litoral de Ceuta. Después, el estudio archivístico llevó a los técnicos de Nerea hasta Londres, y cuando tuvieron los datos necesarios delimitaron su actuación a zonas concretas del litoral.
Hallazgos sorprendentes
El estudio de Nerea certifica que Ceuta cuenta con un área arqueológica de primer orden, con restos históricos como el vapor inglés Melita, hundido1886. Además, se han descubierto una buen número de pecios con valor arqueológico como el Antonieta (siglo XIX), varios barcos portugueses del siglo XVI y pecios franceses del siglo XVIII, un carbonero del siglo XIX-XX y un yacimiento romano en la dársena del puerto. También se han encontrado una serie de pecios de importante contenido etnográfico que van desde el Santa Teresa (embarcaciones militares de transporte y de madera que sirvieron al ejército español situado en Ceuta a lo largo del siglo XX). Se ha catogado también la existencia de un importante yacimiento  pasando por una cantidad notable de hundimientos en los isleros de Santa Catalina con una larga línea cronológica, desde la época romana hasta la moderna.
Mucho de lo que se ha encontrado durante la investigación todavía no tiene valor arqueológico como tal, ya que data de los años 50 y 60, por lo que no superan el criterio de la UNESCO que sitúa el umbral de los 100 años como la fecha a partir de la cual un elemento puede considerarse resto arqueológico, “aún así, el valor etnográfico reciente es muy alto”, afirma Florido. El técnico confirma también que, aunque no se han encontrado restos fenicios, “un legado que esperábamos encontrar ya que conocíamos su existencia”, sí se ha localizado una un yacimiento romano, aunque para verificar la cronología exacta del mismo sería necesario un estudio más profundo, ya que se encuentran a un gran nivel de profundidad bajo el subsuelo del lecho marino.  “Los restos arqueológicos de Ceuta se encuentran a un gran nivel de profundidad y conforman unos fondos muy bonitos, pero muy profundos”, dice el arqueólogo, que afirma que esto supone a la vez un peligro y una virtud. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los yacimientos se encuentran alrededor de los 40 metros de profundidad, una cota que rara vez se ha superado en prospecciones arqueológicas submarinas en el entorno Europeo.
Tras una inversión de casi 40.000 euros, los restos que observa la carta arqueológica de Ceuta están ahora bajo la protección del Servicio Marítimo y los Grupos de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS). Con los elementos que se han extraído del fondo del mar para ser estudiados, (los menos, ya que la compañía no es partidaria de extraer si no es inevitable) la consejería de Cultura de Ceuta ha anunciado su intención de que se cree un nuevo museo donde se expondrá el patrimonio sumergido de la ciudad.

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